Fuiste solo mia
A ella, a mi ángel, a la de mi mente, con todo mi amor... A la que duerme en mi cabeza, palpita y bulle en mi sangre, se apodera de mis entrañas, duerme en mi corazón...
He bebido tus gratos jugos a placer
Cuando inundaban de pasión todo mi rostro
Su sabor a miel y a licor me arrebataba
Mientras mi cuerpo se apostaba como un potro
Que preñado de locura y desenfreno
Quería meterse por cada orificio de tu entorno…
He saciado mi sed entre tus pliegues
Bebiendo el néctar que destilaban tus entrañas
He calmado esa hambre gigantesca
Que, ansioso, tenía de ti cada mañana
Y he devorado el manjar de tu cintura
De un solo golpe y al ritmo de tu música…
He comido, hambriento, de tu rosa roja
Me he alimentado de ti con regocijo
Fui feliz, cual ninguno, esa tarde
Que nos escondimos del mundo en un cortijo
Para poder desfogar nuestra lujuria
Tanto tiempo refrenada sin sentido…
Lamí a placer toda tu piel
Recorrí con mis labios, tus caminos
Me apoderé ansioso de tus pies
Y comí de tus dedos con delirio
Te acaricié con mi asta erguida
y entre las falanges me sentí perdido…
Me metí entre tus carnes como un loco
Mordí tus labios con todo el placer sentido
Derramé en ti mi cáliz de locura
Y te entregué en cada beso mi destino
Fui feliz como nunca lo había sido
Y hoy respiro contento y muy tranquilo…
Fuiste mía, yo fui tuyo, y que alegría…
Quiero gritarlo ruidosamente a los vientos
Que te tuve entre mis brazos ángel mío
Y que es muy grande lo que por ti siento
Te amo y te quiero con locura
Espero no irme de ti en ningún momento